El cáncer no se puede evitar
No es cierto. Existe una serie de tumores que sí pueden prevenirse (cáncer de pulmón, cáncer de colon…), otros pueden detectarse en fases premalignas, es decir, antes de que aparezca el cáncer (cáncer de cuello uterino) y otros pueden detectarse en fases precoces, como es el caso del cáncer de mama.
Para poder reducir nuestras posibilidades de padecer cáncer debemos evitar el tabaco y el alcohol, tener una alimentación saludable, practicar actividad física a diario y participar en los programas de cribado de cáncer recomendados. De esta manera, pueden evitarse hasta la mitad de los casos de cáncer.
El cáncer es contagioso
No, nunca. El cáncer no es una enfermedad infecciosa, por tanto, no se puede contagiar de una persona a otra. Sin embargo, cuando se padecen determinadas enfermedades infecciosas como el virus del papiloma humano (VPH) o la hepatitis (provocadas por un virus), existe un mayor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.
El cáncer siempre es hereditario
No es cierto. Solo en algunos casos (5-10%) existe una cierta predisposición para padecer determinados tipos de cáncer debido a cambios dañinos (mutaciones) en los genes. En el 90-95% de los casos el cáncer es una enfermedad esporádica, es decir, no se transmite por herencia. Por lo que, el que haya distintos casos de cáncer en nuestra familia, no significa necesariamente que tengamos más probabilidades de padecerlo nosotros.
Es más, hay ocasiones en las que, el hecho de que se den casos del mismo tipo de cáncer en una familia puede deberse a que se comparten hábitos de vida. Por ejemplo, en una familia se pueden producir varios casos de cáncer de colon y que esto se deba, en algunos casos, a una predisposición genética, y en otros, a que comparten el tipo de alimentación (muy rica en grasas, baja en fibra, consumo de alcohol…). Si tienes dudas o sospechas de que en tu familia existe algún tipo de predisposición genética, consulta con tus profesionales sanitarios de referencia.
Hay alimentos que evitan que puedas padecer cáncer
No. No existe ningún alimento o producto que por sí solo evite que puedas padecer cáncer. Sí que es cierto que una alimentación basada en frutas, verduras, legumbres y cereales, así como evitar el consumo de alcohol y de carne procesada, puede reducir tu riesgo de padecer determinados tipos de cáncer. Al fin y al cabo, un 40% de los tumores en hombres y un 60% de los tumores en mujeres tienen relación con la alimentación y más del 30% de las muertes por cáncer se deben a esta misma causa.
No pasa nada por beber alcohol con moderación
Falso. El alcohol aumenta el riesgo de padecer cáncer de boca, esófago, laringe, estomago e hígado. Este riesgo se potencia si se asocia al consumo de tabaco. Aunque el alcohol está muy integrado en nuestra cultura y gastronomía, incluso en bajas dosis, incrementa el riesgo de cáncer. Por ese motivo, en la prevención del cáncer, la cantidad recomendada de alcohol es cero alcohol.
El azúcar causa cáncer o hace que empeore
El consumo elevado de azúcar está asociado a la aparición de sobrepeso y obesidad; lo cual sí que supone un aumento en el riesgo de padecer cáncer (como el de mama o el de colon). De forma que podríamos decir que un consumo excesivo de azúcar, de manera indirecta, puede incrementar el riesgo de padecer cáncer.
Para evitar este riesgo, no es necesario que eliminemos por completo el azúcar de nuestra alimentación. La OMS (Organización Mundial de la Salud) nos recomienda un consumo de menos de 25 gramos de azúcar al día (el equivalente a 12 cucharaditas de azúcar). Para ello, recomendamos reducir lo máximo posible el consumo de productos con un alto porcentaje de azúcares refinados, como son las bebidas azucaradas y otros productos con azúcares añadidos.
Los edulcorantes artificiales causan cáncer
No. Los estudios existentes sobre sobre la relación entre los edulcorantes artificiales (sustitutos del azúcar) como la sacarina, aspartamo, sorbitol, ciclamato, sucralosa y neotame no han demostrado que su consumo aumente el riesgo de padecer cáncer.
En cualquier caso, nuestra recomendación es limitar el consumo de edulcorantes artificiales para evitar que nuestro paladar se acostumbre a consumir productos muy dulces y no podamos disfrutar de otros alimentos menos sabrosos, pero más interesantes a nivel nutricional, como son la fruta y la verdura.
Los suplementos de vitaminas reducen el riesgo de tener cáncer
Falso. Los estudios actuales sugieren que aquellas personas que ingieren mayor cantidad de frutas y verduras en su dieta habitual poseen menor riesgo de padecer determinados tipos de cáncer. Esto se debe a los antioxidantes que se encuentran en las frutas y verduras, entre otros alimentos, y destruyen los productos derivados de la oxidación, protegiendo los tejidos del daño que pudieran causar los mismos.
No hay ninguna evidencia de que con los suplementos vitamínicos se obtenga el mismo resultado. Por ese motivo, nuestra recomendación siempre será una alimentación rica en el consumo de frutas y verduras.
Tomar café produce cáncer
Falso. Hace años un estudio científico relacionó la ingesta de café con el aumento del riesgo de padecer cáncer de páncreas. Sin embargo, múltiples estudios de los últimos años no han encontrado relación alguna con el café y un aumento del riesgo de padecer dicho cáncer; incluso algunos trabajos evidencian beneficios y un posible papel protector frente al cáncer de colon. De hecho, un estudio que ha contado con el apoyo de la fundación científica, indica un efecto beneficioso del café frente al riesgo de padecer cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas.
Los aditivos causan cáncer
No es cierto. Los aditivos están presentes en un número muy variado de alimentos, pero en cantidades muy pequeñas (según el reglamento existente). Se puede indicar que los aditivos autorizados no son perjudiciales para la salud, ya que se emplean a unas dosis en las que no se produce ningún tipo de toxicidad o peligro, incluso si se consumieran de forma excesiva.
La manera de cocinar los alimentos no influye en el riesgo de padecer cáncer
Falso. Se tiende a pensar que la manera de cocinar los alimentos no influye en el riesgo de padecer cáncer, cuando lo cierto es que sí. Las cocciones con altas temperaturas como, por ejemplo, freír o asar a la parrilla, producen unas sustancias químicas llamadas aminas heterocíclicas (AHC) e hidrocarburos aromáticos policíclico (HAP).
Estas sustancias producidas pueden tener un efecto cancerígeno. Por este motivo, es importante priorizar otros métodos de cocción que no impliquen altas temperaturas tan altas y limitar el consumo de alimentos fritos, asados a la parrilla o ahumados.
Los alimentos irradiados pueden causar cáncer
No. No existe evidencia de que el consumo de este tipo de alimento aumente el riesgo de cáncer. Se irradian determinados alimentos con el objeto de matar los organismos dañinos que podría acelerar la destrucción del mismo. La radiación no permanece en el alimento irradiado tras el tratamiento.
Las plantas pueden ayudarnos a protegernos del cáncer
Falso. Algunos de los compuestos presentes en muchas plantas o productos de herbolarios pueden tener posibles efectos beneficiosos sobre los seres humanos. Hasta el momento se han reconocido como beneficiosos compuestos como los denominados flavonoides (presentes en cítricos, cerezas, manzanas, cebollas, grosellas, tomates, uvas…) con un papel antioxidante.
Pero no hay evidencia científica de que haya que consumir dichos productos de forma exclusiva, sino como parte de una alimentación variada y equilibrada con abundancia de frutas y verduras, que es lo saludable. Consumir agua del grifo o de las botellas no tiene repercusiones sobre la salud en lo referente a posibles riesgos de padecer cáncer.
Las ondas electromagnéticas, cables de alta tensión y telefonía, o el 5G, causan cáncer
Falso. Existen numerosos estudios que demuestran que no se puede concluir que exista una relación. Así como tampoco de las redes WiFi. Basándose en la evidencia científica, la OMS clasifica los campos electromagnéticos de radiofrecuencia dentro del grupo 2B, de baja probabilidad cancerígena.
En cuanto al 5G, un reciente informe de Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS) titulado “5G y Salud” indica que la población en general puede estar tranquila sobre las supuestas implicaciones que la radiofrecuencia emitida por esta tecnología podrían tener para la salud, ya que cabe esperar que los niveles de exposición previsibles no cambien significativamente y, en todo caso, no podrán superar los límites máximos permitidos que garantizan la salud pública respecto a las emisiones electromagnética.
Los envases de plástico pueden causar cáncer, incluso el agua embotellada
No, siempre y cuando se utilicen adecuadamente. Los materiales plásticos que se utilizan para envasar los alimentos están constituidos por diferentes tipos de sustancias de las que pequeñas moléculas pueden migrar al producto durante el proceso de fabricación del envase, el llenado o el almacenamiento.
Estas sustancias pueden tener efectos indeseables sobre la salud -en ocasiones- si se superan los límites que marca la legislación sobre materiales plásticos en contacto con alimentos. La mayor parte de las investigaciones realizadas al respecto han arrojado como conclusión que el uso de estos materiales, siempre que cumplan la legislación vigente, y se sigan las normas de correcta utilización, son seguros para la salud, y no se ha encontrado correlación con aumento de riesgo de cáncer.
Se sabe que los recipientes de plástico rígido a base de policarbonato que contienen el aditivo BPA o Bisfenol A si lo pueden liberar al contenido.
Pero la cantidad de esa sustancia que se libera generalmente es mínima, aunque se está reevaluando constantemente a nivel científico para descartar que sea potencialmente dañino. Y por un principio de precaución, en Europa está prohibido su uso en productos destinados para la lactancia y la edad temprana. En general, podemos indicar que las autoridades sanitarias se ocupan de regular estos temas para evitar riesgos para la salud, por lo que no hay que prestar oídos a los bulos que puedan circular a nuestro alrededor.
Lo que sí debemos hacer es respetar las indicaciones de uso que aparecen en los propios envases, como puede ser: no introducirlos en el microondas o en el lavavajillas, no reutilizarlos…todo siguiendo las indicaciones proporcionadas por el fabricante.
Los desodorantes causan cáncer
No. Los estudios realizados hasta el momento no han encontrado ninguna evidencia científica que relacione las sustancias químicas presentes en los desodorantes y antitranspirantes con el desarrollo del cáncer. Recientemente se ha estudiado si el aluminio que contienen algunos desodorantes puede estar relacionado con el desarrollo de cáncer, aunque de momento no se ha demostrado.
Los sujetadores con varilla metálica pueden producir cáncer de mama
No. No existe evidencia científica que demuestre que el uso de sujetadores con aros o varilla metálica esté ligado a un aumento del riesgo de padecer cáncer de mama. No influye ni la tela, ni el tamaño inadecuado, ni el modelo, ni ningún otro aspecto relacionado con el sujetador.
El uso de tintes para el cabello puede aumentar el riesgo de cáncer
No. Según los estudios realizados no existe evidencia científica que relacione el uso personal de tintes para el pelo con el riesgo de padecer cáncer. Sin embargo, sí existen algunos estudios que señalan que los peluqueros expuestos con regularidad a grandes cantidades de tintes para el pelo y otros productos químicos podrían tener mayor riesgo de padecer cáncer de vejiga.